Rezar Juntos Permanecer Juntos

Padre Fred Jenga, C.S.C.
En 2021, una familia filipino-estadounidense, los Asidors, produjeron una canción que llegó a conocerse mundialmente como la “Canción de Oración Familiar“. La canción ha conseguido hasta ahora 5,2 millones de visitas en YouTube. La familia Asidors, compuesta por el padre -Winner Asidors-, la madre -Shen Asidors- y sus cuatro hijos -Zian, Ashia, Westin y Elle-, combina el mensaje del venerable Patrick Peyton, La familia que reza unida permanece unida, y las palabras de Josué en la Biblia: “En cuanto a mí y a mi casa, serviremos al Señor” (Josué 24:15), para recalcar la importancia de que las familias se comprometan con el Señor mediante la práctica de la oración familiar.
Los Asidors cantan “¡Ven a llenar nuestros hogares con tu presencia! ¡Sólo Tú eres digno de nuestra reverencia!” y luego proclaman como Josué que “¡En cuanto a mí y a mi casa, serviremos al Señor!”. También repiten con sus propias palabras el mensaje del Venerable Patrick Peyton, que fue una popular figura mediática en Filipinas: “¡Permanecer juntos, rezar juntos, cualquier tormenta podemos superarla, confiando en la palabra de Dios!”. En el video se ve a los Asidors como una familia que reza, anclada en Dios a través de la oración familiar.
El Concilio Vaticano II definió la familia como la “Ecclesia Domestica” o la “Iglesia doméstica” (Lumen Gentium 11). El Concilio señaló que si la familia ha de vivir verdaderamente su llamada como “Iglesia doméstica”, entonces la oración familiar debe ser una parte constante de su vida. Diferentes Papas han enseñado distintas formas de oración que pueden convertir nuestros hogares en auténticas “iglesias domésticas”. Los Papas han señalado que, sin la oración familiar común, la familia perdería su carácter de iglesia doméstica.
El Rosario familiar ha sido propuesto repetidamente por la Iglesia para las familias como medio principal para rezar juntos. El Papa Pablo VI en Marialis Cultus (1974) señaló que “el Rosario debe ser considerado como una de las mejores y más eficaces oraciones en común que la familia cristiana está invitada a recitar”. Nos gusta pensar, y esperamos sinceramente, que cuando la reunión familiar se convierta en un momento de oración, el Rosario sea un modo frecuente y predilecto de rezar” (#54). El Papa San Juan Pablo II, en su Carta Apostólica sobre el Santísimo Rosario (Rosarium Virginis Mariae, 2002), enseñó que, en nuestros tiempos contemporáneos, por varias razones, era necesario un “renacimiento del Rosario”(#6).
Uno de los motivos de tal “reavivamiento” era implorar a Dios el don de la paz en un mundo con familias y países que no encuentran la paz. En la sabiduría de San Juan Pablo II, “El reavivamiento del Rosario en las familias cristianas, en el contexto de una pastoral familiar más amplia, será una ayuda eficaz para contrarrestar los efectos devastadores de esta crisis típica de nuestra época.”
Ampliando el mensaje del Venerable Patrick Peyton, el Papa San Juan Pablo II reiteró que “La familia que reza unida permanece unida“.  El Santo Rosario, por antigua tradición, se ha mostrado particularmente eficaz como oración que une a la familia. Cada miembro de la familia, al volver los ojos hacia Jesús, recupera también la capacidad de mirarse a los ojos, de comunicarse, de solidarizarse, de perdonarse y de ver renovada su alianza de amor en el Espíritu de Dios” (#41).
En la reflexión del Papa San Juan Pablo II sobre el Rosario como oración familiar, destacó el poder del Rosario en familia para cambiar la química en el hogar y mejorar el modo en que los miembros de la familia se relacionan entre sí. Al rezar juntos, invitamos a la presencia de Dios en nuestras familias; y cuando Él viene, cambia el funcionamiento de nuestras familias, porque Dios es Amor, Dios es Perdón, Dios es Paciencia, Dios es Generosidad, Dios es Humildad y Dios es Bondad. Estos son los dones que recibimos en nuestras familias cuando nos comprometemos con la oración familiar. Nuestra oración para ti y tu familia en este Adviento es que experimenten el amor y la paz de Jesús y María a través del hermoso regalo de la oración familiar, especialmente el Rosario en familia.
Padre Fred Jenga, C.S.C.
En 2021, una familia filipino-estadounidense, los Asidors, produjeron una canción que llegó a conocerse mundialmente como la “Canción de Oración Familiar“. La canción ha conseguido hasta ahora 5,2 millones de visitas en YouTube. La familia Asidors, compuesta por el padre -Winner Asidors-, la madre -Shen Asidors- y sus cuatro hijos -Zian, Ashia, Westin y Elle-, combina el mensaje del venerable Patrick Peyton, La familia que reza unida permanece unida, y las palabras de Josué en la Biblia: “En cuanto a mí y a mi casa, serviremos al Señor” (Josué 24:15), para recalcar la importancia de que las familias se comprometan con el Señor mediante la práctica de la oración familiar.
Los Asidors cantan “¡Ven a llenar nuestros hogares con tu presencia! ¡Sólo Tú eres digno de nuestra reverencia!” y luego proclaman como Josué que “¡En cuanto a mí y a mi casa, serviremos al Señor!”. También repiten con sus propias palabras el mensaje del Venerable Patrick Peyton, que fue una popular figura mediática en Filipinas: “¡Permanecer juntos, rezar juntos, cualquier tormenta podemos superarla, confiando en la palabra de Dios!”. En el video se ve a los Asidors como una familia que reza, anclada en Dios a través de la oración familiar.
El Concilio Vaticano II definió la familia como la “Ecclesia Domestica” o la “Iglesia doméstica” (Lumen Gentium 11). El Concilio señaló que si la familia ha de vivir verdaderamente su llamada como “Iglesia doméstica”, entonces la oración familiar debe ser una parte constante de su vida. Diferentes Papas han enseñado distintas formas de oración que pueden convertir nuestros hogares en auténticas “iglesias domésticas”. Los Papas han señalado que, sin la oración familiar común, la familia perdería su carácter de iglesia doméstica.
El Rosario familiar ha sido propuesto repetidamente por la Iglesia para las familias como medio principal para rezar juntos. El Papa Pablo VI en Marialis Cultus (1974) señaló que “el Rosario debe ser considerado como una de las mejores y más eficaces oraciones en común que la familia cristiana está invitada a recitar”. Nos gusta pensar, y esperamos sinceramente, que cuando la reunión familiar se convierta en un momento de oración, el Rosario sea un modo frecuente y predilecto de rezar” (#54). El Papa San Juan Pablo II, en su Carta Apostólica sobre el Santísimo Rosario (Rosarium Virginis Mariae, 2002), enseñó que, en nuestros tiempos contemporáneos, por varias razones, era necesario un “renacimiento del Rosario”(#6).
Uno de los motivos de tal “reavivamiento” era implorar a Dios el don de la paz en un mundo con familias y países que no encuentran la paz. En la sabiduría de San Juan Pablo II, “El reavivamiento del Rosario en las familias cristianas, en el contexto de una pastoral familiar más amplia, será una ayuda eficaz para contrarrestar los efectos devastadores de esta crisis típica de nuestra época.”
Ampliando el mensaje del Venerable Patrick Peyton, el Papa San Juan Pablo II reiteró que “La familia que reza unida permanece unida“.  El Santo Rosario, por antigua tradición, se ha mostrado particularmente eficaz como oración que une a la familia. Cada miembro de la familia, al volver los ojos hacia Jesús, recupera también la capacidad de mirarse a los ojos, de comunicarse, de solidarizarse, de perdonarse y de ver renovada su alianza de amor en el Espíritu de Dios” (#41).
En la reflexión del Papa San Juan Pablo II sobre el Rosario como oración familiar, destacó el poder del Rosario en familia para cambiar la química en el hogar y mejorar el modo en que los miembros de la familia se relacionan entre sí. Al rezar juntos, invitamos a la presencia de Dios en nuestras familias; y cuando Él viene, cambia el funcionamiento de nuestras familias, porque Dios es Amor, Dios es Perdón, Dios es Paciencia, Dios es Generosidad, Dios es Humildad y Dios es Bondad. Estos son los dones que recibimos en nuestras familias cuando nos comprometemos con la oración familiar. Nuestra oración para ti y tu familia en este Adviento es que experimenten el amor y la paz de Jesús y María a través del hermoso regalo de la oración familiar, especialmente el Rosario en familia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Iconos de Ultimate Social Media